Simone Weil

 


1909 - 1943

París (Francia) - Ashford (Reino Unido)

Simone Weil estudió filosofía en el École Normale Supérieure de París entre 1928 y 1931. Entró en esta institución con la nota más alta y fue compañera de otra gran filósofa del siglo XX, Simone de Beauvoir. Al terminar sus estudios de filosofía fue profesora de secundaria. Weil cambió varias veces de Lycée ya que fue criticada por su forma de dar clases y por su participación en las huelgas y los sindicatos obreros. Lo cierto es que fue una gran activista política y dio diversas charlas en los sindicatos y publicó artículos y panfletos políticos muy reivindicativos. En 1934 abandona la docencia y se interesa por conocer de primera mano la situación obrera. Por ejemplo, durante un año trabaja como obrera en la fábrica de coches de Renault.

Weil se interesó por cuestiones metafísicas y es considerada una de las místicas cristianas más importantes del siglo XX. Pero, sin duda, las grandes aportaciones de esta filósofa fueron en el campo de la ética y la filosofía política. Sus reflexiones incluyen grandes análisis sobre el sistema capitalista, la opresión de la condición obrera y la defensa de las libertades. Para Weil el trabajo es una actividad por la que se constituye a sí mismo el ser humano, por la que se realiza. Sin embargo, al fijarse en las condiciones de trabajo se da cuenta de que son opresivas y que hay que erradicarlas y proponer una organización social diferente. Weil fue muy crítica con el marxismo. Si Marx imaginó una sociedad futura sin clases sociales ni trabajo, Weil fue mucho más realista y propuso una sociedad con trabajo, pero más libre y justa.

Simone Weil fue una adelantada a su época y ha dejado una gran huella al reflexionar sobre el sentido del trabajo, la dignidad y la libertad del ser humano. Su objetivo era siempre la búsqueda de una mejor sociedad. Weil muere muy joven, con 34 años, de tuberculosis, pero muchas de sus ideas influyeron en la ética y la filosofía política de los siglos XX y XXI. Esto lo podemos notar en filósofas como Hannah Arendt, quien admiró su trabajo y la consideró una de las filósofas que mejor ha analizado el trabajo de manera realista y sin prejuicios.