Philippa Foot
1920 - 2010
Owston Ferry (Reino Unido) - Oxford (Reino Unido)
Se formó en la universidad de Oxford. Estudió filosofía, política y economía. Su vida profesional estuvo estrechamente ligada al ámbito académico, vinculándose tanto a universidades inglesas como de Estados Unidos.
Durante la II Guerra Mundial, y junto con Elizabeth Anscombe, Mary Midgley e Iris Murdoch, formó parte del grupo denominado “El cuarteto de Oxford”. Los problemas habituales de discusión eran la libertad, la moralidad, la hipocresía, las relaciones entre hechos y valores, el establecimiento de normas y la dignidad humana. En particular, rechazaban todos los enfoques consecuencialistas de la ética que, como el utilitarismo, pretendían identificar lo moralmente correcto simplemente a través de un cálculo de las consecuencias de las acciones. Y con igual fuerza, rechazaban los enfoques kantianos que basaban la moral exclusivamente en el seguimiento de ciertos principios.
Sus libros Virtues and Vices (1978) y Natural Goodness (2001) ofrecen un tipo de teoría ética muy diferente al resto de planteamientos existentes: un naturalismo ético antirreduccionista basado en la noción de virtud.
El nombre de Philippa Foot está inevitablemente unido a la discusión del problema de los dobles efectos de nuestras acciones utilizando el ejemplo del “dilema del tranvía”. Imaginemos que conducimos un tranvía a toda velocidad. Llegamos a una bifurcación. A un lado de la bifurcación hay varias personas adultas atadas a las vías. En el otro lado, hay una niña pequeña también atada. No podemos parar y debemos tomar una decisión. Pero hagamos lo que hagamos, siempre habrá un doble efecto indeseado. ¿Qué decisión tomaríamos? ¿Y qué decisión sería moralmente correcta? Según Foot, no hay recetas fáciles o reglas mecánicas para actuar correctamente. En último término, el único comportamiento moralmente aceptable es el de intentar obrar bien. Este dilema se analiza en Moral Dilemmas (2002). Y resume un gran número de situaciones que se plantean a propósito de la práctica médica, las decisiones bélicas, el derecho a proteger la propia vida, la conducción automática de vehículos, el tipo de protocolos éticos que deberían ser incorporados en la inteligencia artificial, etc. La influencia de este dilema en las discusiones éticas ha sido enorme, sobre todo por sus implicaciones en ámbitos muy variados, llegando a integrarse en el imaginario de nuestra cultura popular.