Maria Baghramian
1954 -
Teherán (Irán) -
Estudió antropología social y filosofía en la Queen’s University of Belfast. Se doctoró en 1990 en el Trinity College, Dublín, con una tesis sobre filosofía de la lógica. Un poco más tarde, publicó un influyente manual de filosofía del lenguaje. Actualmente es catedrática de filosofía americana en el University College Dublin.
Estudiar filosofía y antropología le produjo una cierta contradicción: mientras que para la antropología el relativismo era un requisito metodológico, para la filosofía las posiciones relativistas eran objeto de una extrema antipatía. Esto la motivó a pensar sobre el relativismo.
Baghramian no acepta el relativismo y se decanta por un realismo naturalizado, pero no por ello lo devalúa. De hecho, Baghramian defiende que en las perspectivas relativistas hay un conjunto muy valioso de virtudes intelectuales. Considera, por ejemplo, que una actitud relativista puede favorecer la humildad intelectual y que puede también incentivar un marco de tolerancia y de apertura de mente.
Pero que una perspectiva relativista manifieste estas virtudes no implica su bondad final. Supongamos que el relativismo sí favorece la apertura de mente, ¿qué haremos una vez estemos ya en ese marco de tolerancia? Hemos aceptado las diferentes opciones, pero, por devaluar la noción de verdad, hemos perdido el criterio que nos permitiría tomar partido. En cierto sentido, el relativista se queda en una fase preparatoria. Ahora bien, que el relativismo pueda criar vicios no significa que lo que tiene de virtuoso lo tenga sólo de palabra. El relativismo tiene virtudes, quizás incompletas o potencialmente indeseables, pero, tal y como nos advierte Baghramian, siguen siendo virtudes.
Una aplicación muy interesante de sus estudios en torno al relativismo es su epistemología de la confianza, la cual la ha llevado a analizar el fenómeno de la confianza en los expertos. Esto debido, claro está, a los fuertes compromisos relativistas que abundan en nuestro día a día: una sociedad definida como posverdadera en la que la opinión del experto vale lo mismo que la del lego. Esta epistemología de la confianza ha sistematizado la reflexión en torno a la confianza en los expertos y ha resaltado algunas de las razones que podrían incluso justificar nuestro desconfiar. Estas nuevas preocupaciones cristalizaron en los proyectos WEXD y PeRiTia (financiado por la Unión Europea y en el que participan varios países).