ÉTICA Y POLÍTICA
El historiador Eric Hobsbawm popularizó la expresión “breve siglo XX” para referirse a los eventos turbulentos que caracterizaron el periodo comprendido, aproximadamente, entre 1914 y 1991. Las dos Guerras Mundiales, la Guerra Fría o la caída del bloque soviético fueron algunos de los episodios que hicieron destacar la excepcionalidad de un siglo caracterizado por transformaciones que dejarían una huella profunda en la historia contemporánea.
La filosofía moral y política también fue permeable a estas experiencias de ruptura y transición que atravesaron el pasado siglo XX. Fueron transformaciones históricas cuyas consecuencias no sólo se convirtieron en objeto de reflexión, sino que también determinaron la manera en la que podía plantearse la propia actividad teórica. Surgían entonces las repuestas a un universo social y político transformado que conducía a la revisión de los ideales morales y políticos de la modernidad. El incumplimiento de las promesas ilustradas de emancipación y racionalidad exigía una revisión de las claves de la filosofía moderna, para mostrar sus contradicciones y recuperar en ella los momentos emancipadores.
“Pensar sin barandillas” era el lema utilizado por Hannah Arendt para referirse a la reflexión sobre una realidad que difícilmente se dejaba apresar bajo las clásicas categorías de pensamiento y que exigía plantear nuevas coordenadas para la teoría y la praxis política. Aspectos como la reflexión sobre la responsabilidad individual y colectiva, la rehabilitación de las éticas de las virtudes, el giro hermenéutico y pragmático o la necesidad de estrechar la relación entre lo normativo y la práctica política, aparecen como debates cardinales en la reflexión ética del siglo XX. Su reflejo lo encontramos en los proyectos filosóficos de Simone Weil y Philippa Foot, autoras que recurren al rearme del pensamiento con claves interpretativas distintas que permitan comprender las nuevas perplejidades filosóficas.
En el ámbito de la filosofía política ha destacado un interés renovado por el estudio de la justicia social y la igualdad, siendo el momento fundamental la teoría feminista. La publicación de El segundo sexo de Simone de Beauvoir marca un hito en la historia del pensamiento feminista en el siglo XX y también un desafío en las teorías éticas y políticas dominantes. Sus ideas han servido como fuente de inspiración para las teóricas feministas a lo largo de varios siglos. En la actualidad, el pensamiento de Judith Butler nos acerca a nuevos y controvertidos enfoques en el debate feminista.
La lucidez de los análisis que realizan estas autoras nos invita a encontrar en sus obras un legado filosófico de enorme interés para pensar algunos de los retos morales y políticos a los que nos enfrentamos en la actualidad, lo que permite valorar la impronta de su pensamiento.